Y ahora ¿quién podrá defenderme?

No, no. Lamento si los hice ilusionar. Esto no se trata de "El Chapulín Colorado", a quien llevo en el corazón sólo un peldaño más abajo que "El Chavo".

Les quiero hablar de un héroe poco reconocido, y hasta me atrevo a decir, olvidado. Porque, ¿quién se acuerda de Shazzan?

Shazzan con doble z y n. No Shazam, ese otro súper héroe, ni Shazam, esa aplicación conveniente que nos permite identificar temas sin exprimirnos las neuronas.

Tampoco hablo de El Mago Chan - el del juego de conocimientos imantado que apuntaba con su varita metálica a la respuesta correcta. (Otro olvidado, seguro).

Hablo del Shazzan que aparecía cuando sus amos unían cada mitad de sus anillos mágicos y al hacerlo, lo convocaban.


En este caso, se trataba de los hermanos Chuck y Nancy, quienes viajaban por un mundo de encantos, montados en un camello volador.

Releo lo que escribo desde el recuerdo y me pregunto qué habrá inspirado semejante creatividad: Genios. Anillos. Camellos voladores. (¿Jabones flotadores?)

Para datos, Shazzan, era una serie de la década del 60 de los estudios Hanna-Barbera. Hoy en día, los legendarios dibujitos de Hanna-Barbera forman parte de la librería de animación de la cadena Cartoon Network. En 2012, la serie completa fue editada en DVD por Warner.

Por alguna razón, de la sarta de dibujitos, historietas y pelis de mi infancia, el único - el único - héroe que cuenta con mis respetos es Shazzan. Un genio todo poderoso que ni siquiera debe engrosar la categoría de súper héroe.

Tal vez fuera su onda genio de la botella, o los escenarios con tonos de Mil y Una Noches, pero él era mi genio preferido. No me vengan con Aladino, ni el de antes, ni el de los 90. (Aunque debo confesar que en cuestiones de histrionismo y simpatía, el genio de Robin Williams, me puede).

La cosa es que los hermanos, encontraban un arcón en una cueva y en el arcón, dos anillos con un medallón partido. Al juntar las dos mitades… Shazzan! y empezaba la magia. 

La idea de tener la mitad de un anillo que al encontrarse con la otra mitad, podía convocar a figura tan fantástica y acabar con todos los males, alimentaba mis fantasías. No había mejor "súper poder" que tener la mitad del anillo y contar con alguien más, que tuviera la otra mitad.

Lo peor que podía pasar - y lo que frecuentemente ocurría - era que los hermanos se veían separados por algún malvado y no podían unir las dos mitades que convocaban al genio. Cuando finalmente se encontraban, aparecía Shazzan y volvía el orden al mundo.

Allí estaba la clave: en la magia de encontrar al poseedor de la otra mitad del anillo*. 



* Como es debido, este post está dedicado al legítimo poseedor de la otra mitad del anillo de Shazzan. Gracias por todo.